Trabajo

19.12.2018 00:20

Es duro hacerse mayor, tener responsabilidades. Sí, mayores derechos, acompañados de mayores libertades y, sobre todo, el doble de deberes. Siempre nos han dicho que si trabajas de lo que te gusta creerás que no has trabajado ni un solo día de tu vida. Pues ánimo, creo que a nadie le gusta tanto.

Hay días buenos, días regulares, días malos y días MUY MALOS. Sin embargo, si a cualquiera de nosotros nos preguntaran los peores momentos de nuestra vida, seguramente ninguno estaría relacionado con un mal día en el trabajo. La respuesta es sencilla, es algo pasajero, es algo que tiene la importancia justa que tú le des. El trabajo nunca deja de ser trabajo, o al menos nunca debería dejar de ser solo eso. Los trabajos vienen y van, los jefes cambian, los problemas se solucionan o dejan de ser tus problemas en el mismo momento que sales por esa puerta. Dentro de un año ni si quiera recordarás qué te rondaba la cabeza tal día como hoy.

Los días malos son fáciles de reconocer y, por desgracia, muchas veces son demasiado abundantes. Hoy, pensando, he caído en la cuenta de algo bastante obvio. Las personas que más quieres y que más te importan serán las que sean, familia, amigos, pareja… pero, al final del día, las personas con las que más tiempo pasas serán tus compañeros de trabajo. Da igual si tienen tu edad, si tienen tus gustos musicales, si son de allí o de allá. Da igual, porque durante el tiempo que sea, semanas, meses o años, son las personas a las que ves 8 horas (o quizás 11), 5 días a la semana. Y está claro que el trabajo es un ambiente serio, o eso dicen en la teoría. Pero hay días, momentos, en los que te das cuenta de que tus compañeros son, al igual que los amigos, una familia que no se elige pero que siempre está ahí. Y llegarán días de risas, de pavo subido y de bromas. Y menos mal, porque cualquier día de esos vale por 100 días nefastos.

Hay épocas complicadas y es justamente ahí cuando hay que saber quiénes son las personas que te rodean, 24/7 o 24/5. Gracias, por las buenas y por las malas.