Menos

31.07.2018 11:56

Últimamente han vuelto muchas cosas del pasado, quizás demasiadas. Lo bueno de recordar cosas que hace tiempo que pasaron es que sueles acordarte solo de las partes buenas, de la felicidad de aquellos momentos o con aquellas personas.

Pensando en el paso de los años te das cuenta de que no puedes tenerlo todo en esta vida, por mucho que lo intentes, por muchas ganas que le pongas. Aprendemos a vivir sin algunas cosas y sin algunas personas, pero no las olvidamos. Simplemente permanecen ahí, latentes, y tú, sin saberlo, solo necesitas un pequeño desencadenante para recordarlas.

El otro día estaba pensando en lo feliz que fui en aquellos días, con esa despreocupación, con esa energía. Y de pronto, sufrí una bofetada de realidad al ver que la culpable de mi propia angustia soy yo. Porque siempre he pensado que la vida quizás no se portó del todo bien conmigo, que me hicieron daño y que yo jamás hice nada. Qué equivocada estaba. 

Es duro cuanto te das cuenta de que has sido una mala persona, que no has querido a quien te ha querido, que has herido a quien le importabas, que te diste media vuelta y jamás miraste para ver a aquellos que dejabas atrás. Y qué irónico, alejar a personas por amor propio, incluso cuando esas personas te quieren más que tú mismo.

Me da ansiedad pensar que soy así, que lo he hecho tan mal con algunas personas como para que ni si quiera hayan querido quedarse en mi vida. Cada uno tiene lo que se merece ¿no? Pues hoy por fin me doy cuenta de que todo lo que tengo me lo he ganado a pulso.