Hay que mirar atrás, hasta para coger impulso

23.08.2018 17:58

Hoy he leído la típica frase de "Cometemos el error de intentar sacarnos de la cabeza aquello que no sale del corazón" y he pensado que lleva razón, a su modo. 

Parece que nos molesta pensar en situaciones o en personas, que nos empeñamos en que el pasado debe borrarse, enmascararse y olvidarse. Que no debes pensar en nadie que ya no está en tu vida porque eso es dejar de ir hacia delante y mirar atrás. Pues tenemos que empezar a pensar que hay cosas que son inevitables y que no dependen ni de ti mismo ni de nadie. A las personas no se les olvida, simplemente se aprende a vivir más o menos lejos de ellas. Parece un tópico, y lo es, pero a veces es difícil interiorizarlo. Todos hemos perdido alguna vez (o más de una) a personas que queríamos, ya sea por nuestras decisiones, por cosas ajenas a nosotros o lo peor, por cosas de la vida. En cualquiera de los casos puede que el contacto sea totalmente inexistente, y aun así, podemos seguir pensando en esas personas día tras día. Aunque llevemos meses o años sin hablar con ellas, aunque no sepamos si realmente están en algún sitio, aunque creo que a todos nos gusta pensar que sí, que de alguna manera los lazos que fueron tan fuertes siempre unen, aunque no se vean. Puede que ese simple pensamiento de pensar en alguien, el no poder controlarlo, el saber que no puedes evitar que aparezca, te agobie. A todos nos agobia no poder controlar nuestra mente, pero la verdad es que es ella la que nos controla a nosotros. Seguramente pienses que serías un poco más feliz si tu mente no se dedicase a recordarte día tras día a personas que ya no están, pero quizás estamos equivocados. Lo que tu subconsciente te recuerda es lo que en el fondo tú quieres recordar, a lo que tenemos que aprender seguramente es a pensar en los momentos felices con esas personas y no en los vacíos que dejaron al irse, porque hay que tenerlo claro, las personas a las que recuerdas te hicieron más feliz que triste, sino no estarían tan guardadas dentro de ti. Así que bueno, aceptemos que estamos hechos de pedacitos de personas y de trocitos de momentos y dejemos de pelear por romperlos, por rompernos.


A mis 3 personas. Nunca dejaréis de estar ahí.